“Me gustaría
ver unos verdaderos punks aquí pero dudo que hayan sido invitados”, declaró
Grace Coddington, directora creativa de Vogue, en la alfombra roja del MET Ball
de este año. Como contamos en notas
anteriores, el evento de este año celebra (o lo intenta) la cultura punk. Muchas celebridades se pasearon por la gala
que dio apertura al evento, pero pocas dieron una imagen de saber de qué se
trataba lo que estaban yendo a ver, o de entenderlo. Coddington, Vivienne Westwood y Debbie Harry
parecieron ser las únicas personas que entendieron qué estaban yendo a ver, ya
que lo vivieron en carne propia. Coddington desde su origen inglés y vida como
modelo en la década del 60, Westwood como creadora del punk inglés y Harry,
claro, desde la música. Sin embargo, la cantante de Blondie mantuvo un perfil
bajo durante la alfombra roja mientras que Westwood, fue, probablemente, la más
punk de la noche. Llegó acompañada por la modelo Lily Cole, luciendo un vestido
de su autoría que tenía abrochada una foto del soldado Bradley Manning, quien filtró documentos
secretos de Estados Unidos sobre la guerra en Medio Oriente, “traicionando” a
su país. Westwood intentó dar a conocer la historia del soldado y apoyarlo, explicando que cuando ella comenzó el punk se
trataba de justicia y tener un mundo mejor. Para mantener la postura
políticamente correcta de los entrevistadores, la charla fue abruptamente
cortada, dejando al pilar del punk, totalmente descolocada. Este pequeño
momento dio a entender qué se vería después en la exposición.
Vivienne Westwood intenta defender a Bradley Manning y es cortada por los medios. |
Al día
siguiente del evento, la reconocida periodista Suzy Menkes dio a conocer su opinión,
clasificando a la muestra como una
ironía sobre el punk, descontextualizada y desordenada. No podré hablar del
desorden de la muestra, pero por las fotos divulgadas por el Museo
Metropolitano la falta de contexto se ve. Un salón blanco de techos altos, que
podría ser un palacio lleno de vestidos inspirados por el punk, ¿dónde está la
explicación visual de por qué diseñadores como Versace han tomado este movimiento
como referencia? ¿Qué llevó a John
Galliano a romper con la estética tradicional de Christian Dior y llevar el
punk hacia la marca?. Todas estas son preguntas, que al menos con las imágenes parecen
quedar sin respuesta. Las críticas a la exposición no fueron
favorables, muchos medios hicieron hincapié en la falta de genuinidad del
tratamiento hacia la contra cultura, que verla en un museo es casi un oxímoron,
ya que el movimiento se basaba en la anarquía y estar en contra de la sociedad
de consumo.
Lo único
destacado por los medios es la parte dedicada a Vivienne Westwood, con la
recreación de la tienda “SEX”, donde se generó el punk. Esta sección parece ser
la única que transmite el mensaje de la
muestra, celebrando el verdadero punk.
Habría que pensar ¿quiénes son los verdaderos punks actualmente? ¿Cuáles
diseñadores trabajan con los principios del movimiento, de destruir y
reconstruir? Pocos son ellos y su aparición en la muestra no es la más
destacada: Alexander McQueen, Comme des Garcons, Martin Margiela son algunos
que han logrado captar la esencia del punk y adaptarla a la actualidad,
luchando contra la conformidad y la uniformidad, creando imágenes y formas
nuevas que van en contra de lo establecido. El uso de tachas, alfileres de gancho, pintura
y destrucción de las prendas, poco tiene de punk si no los acompaña un soporte
ideológico y terminamos cayendo en un homenaje vacuo.
Recreación de la tienda SEX de Westwood |
Supongo que
residirá en los visitantes de la exposición pensar a Punk: “Chaos to Couture”
como un verdadero homenaje a este movimiento o cómo una exposición de prendas
que tomaron elementos del punk y los adaptaron a una estética y filosofía
totalmente distinta a la planteada en esa época.
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