viernes, 20 de septiembre de 2013

Cuando el arte se relaciona con la moda

Arte y moda, moda y arte. Ambas áreas se codean continuamente y las asociaciones entre artistas y diseñadores son un recurso muy usado en el mundo del diseño. ¿Pero dónde está la diferencia entre cada combinación? Según mi punto de vista, el arte y la moda tienen que ver más con el valor artístico de las prendas y no tanto con la funcionalidad de las mismas. La transmisión del mensaje del artista es prioridad y la indumentaria creada e intervenida se transforma en una obra de arte. En cambio, cuando la mente creativa es un diseñador, la funcionalidad reina y el arte acompaña.

Obsesión Infinita de Yayoi Kusama, la muestra hit del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, es una demostración de la relación entre el arte y la moda. Yayoi Kusama es una artista japonesa nacida en 1929 en Japón. En la década del 60 se mudó a Nueva York, donde desarrolló una parte crucial de su carrera artística. Dentro de un movimiento anti bélico, de libertad sexual, igualdad y amor libre, Kusama transmite esta situación en sus obras, que se mezclan con la obsesión de la artista por los colores y las formas. De la época de la artista en nueva York datan las piezas conocidas como “Acumulaciones”, un conjunto de formaciones fálicas de algodón rellenas. Estas piezas fueron aplicadas a todos los objetos de la vida cotidiana, incluida la indumentaria. Las primeras intervenciones en prendas y accesorios fueron un inicio de lo que más tarde desarrollaría Yayoi.

La guerra de Vietman fue un momento crucial en la obra de la japonesa. El avance del movimiento hippie, la filosofía de liberación sexual y la lucha contra la guerra, llevaron a la artista a desarrollar obras relacionadas con mostrar el cuerpo de otra manera. En este momento es donde Yayoi Kusama comienza a realizar con más frecuencia prendas. La estética vanguardista y experimental, llevaron a Kusama al foco de atención en la escena neoyorkina y, abrió una tienda llamada Kusama Corner dentro de Bloomingdale’s. Allí se podían encontrar los vestidos para dos personas (un reclamo a favor de la igualdad de género y el matrimonio homosexual), pantalones traslúcidos y vestidos intervenidos que dejaban ver el busto de la mujer. Con un fuerte reclamo y trasfondo artístico Kusama gozó de una enorme popularidad por sus prendas, que eran usadas por el jet set americano de la época. Además del éxito en Estados Unidos, la artista japonesa realizó desfiles en Italia y Holanda.

La experimentación morfológica y textil de Yayoi Kusama puede verse como los inicios del avant-grade japonés que más tarde sería desarrollado por Rei Kawakubo y Yohji Yamamoto. La deformación del cuerpo y la intervención de los materiales recuerdan a los vanguardistas japoneses, quienes tuvieron su época de éxito en la década del 80. Tomando a Kawakabo, ella juega con el límite entre lo que podemos considerar arte o moda, sus diseños se caracterizan por la experimentación y la generación de nuevas formas y siluetas, dejando un poco de lado la funcionalidad que caracteriza al diseño. Un claro ejemplo de moda y arte es la colaboración de Louis Vuitton con Yayoi Kusama, lanzada el año pasado. En la colección la obra de Kusama se adapta a los diseños de Vuitton, creando una alianza donde se podía ver la impronta de la japonesa, sin dejar de lado el objetivo comercial y funcional de Vuitton.

Finalmente, la moda y el arte funcionan como una relación que depende del punto de vista de su creador y qué sentido le quiere dar a lo que genera. Si bien estamos más acostumbrados a que la moda tome elementos artísticos, con Kusama podemos ver que la indumentaria también puede ser un medio expresivo para artistas, que encuentran allí un objeto donde plasmar su identidad. En otras palabras, el arte puede funcionar como la inspiración para un diseñador y, la indumentaria puede inspirar a un artista. Todos conviven en un mundo creativo, donde lo que cambia es el objetivo y sentido que se le quiere dar a la obra.

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