Candela
Urrutia, productora de moda, nos contó sobre su experiencia en Nueva York como
pasante.
Candela Urritia es productora de moda
graduada en la Universidad de Palermo. Su historia de perseverancia es un
ejemplo para todos los que buscamos una oportunidad de trabajo en el exterior.
Comenzó su trabajo como vestuarista y
estilista pero luego, vio que su interés eran las relaciones públicas y
organización de eventos. Su primer trabajo en el ambiente fue en la agencia de
comunicación MK’s, desempeñando tareas como la organización de eventos,
redacción de gacetillas y, manteniendo contacto con periodistas. Sin embargo, pronto descubrió que el deseo de
trabajar en el exterior era más fuerte. Desde Buenos Aires comenzó a enviar
currículms a agencias de Nueva York, pero esta tarea no tuvo éxito. Entonces
decidió ir personalmente en búsqueda del trabajo soñado.
En diciembre de 2012 voló hacia la Gran
Manzana para comenzar una nueva etapa de su vida. El entusiasmo la llevó a su
primer error: ir en diciembre, donde la industria de la moda se encuentra
parada. Esto no la detuvo y su perseverancia la llevó a conseguir 5
entrevistas, de las cuales tuvo éxito con dos: en la reconocida marca Alice +
Olivia y en la agencia de prensa Starworks como pasante.
En Alice + Olivia trabajó en el sector de ventas
internacionales p
ara países como
Inglaterra, Japón, Escocia e Irlanda.
Sobre su experiencia allí contó que ese puesto no era lo que ella
realmente deseaba pero que el hecho de trabajar en una marca tan importante lo
compensó. Tuvo la oportunidad de presenciar el desfile Otoño-Invierno 2013-2014
en el marco de la New York Fashion Week.
Sobre la empresa en sí, la invitada remarcó
la organización que se tiene en Alice + Olivia, donde hay una fuerte
comunicación interna que permite saber qué está sucediendo en todos los
rincones de la empresa. Además, esto sirve para rastrear qué celebridades están
usando sus prendas. También, señaló la atención que se le tiene a los clientes,
quienes conforman un grupo reducido.
Por otra parte, en Starworks Candela pudo
desarrollarse en el área que realmente le interesaba. La buena relación con
quienes la entrevistaron y su experiencia anterior en el rubro, le dieron a Urrutia
la chance de realizar tareas que en general no se delegan a los pasantes. Se
involucró en la organización de 4 desfiles para la Semana de la Moda y, 2
presentaciones relacionadas con el evento. También pudo participar en el “Press
Day”, un evento que sucede 2 o 3 semanas después de las presentaciones
oficiales, dirigido exclusivamente a la prensa.
“Uno
lo hace por la experiencia, porque es algo de película”, reflexionó la
productora de moda. “ A los pasantes se
los trata bien porque saben que ellos son los que mueven la moda. Por eso les
tienen respeto y se les enseña. Además, en todos los sectores hay muchos
pasantes.”, señaló Candela. Al ser una ciudad cosmopolita, la barrera del
idioma pudo haber sido un problema pero, fue solucionado gracias a sus
superiores quienes se encargaron de enseñarle la terminología del sector. Sobre las pasantías en sí, la invitada nos contó que es una forma de
empleo muy común en la Gran Manzana, por ejemplo, en Starworks 9 de 30 miembros
del staff, eran pasantes.
Luego de vivir esta experiencia, al llegar
a Buenos Aires, Candela pudo ver la enorme brecha que hay entre Nueva York y
nuestro país en la industria de la moda.
La falta de originalidad, el crecimiento de las copias, la calidad de
las prendas, el estado de los locales y
la traba a las importaciones de materiales, son algunos de los problemas que
diagnostica la invitada sobre la industria nacional.
Sobre los diseñadores nacionales, Urrutia
cree que son pocos los que realmente tienen una identidad propia, como Martín
Churba o Mariano Toledo. “No se dan
cuenta de que los compradores van por la imagen, por la identidad de la marca.”
Candela explicó que en Nueva York lo comercial se encuentra íntimamente ligado
con lo artístico.
Haciendo otra comparación con Nueva York, señaló que allí los precios altos de los
textiles se relacionan con un proceso de diseño, que reside en lograr diseños
únicos. En cambio, ella observa que en nuestro país no hay un compromiso por
desarrollar prendas originales, alejadas de las copias y que tengan una calidad superior.
Agregando sobre el tema del desarrollo de
la Argentina, Candela reflexionó sobre la salida de las marcas de lujo del
país, que prefieren países como Brasil, Chile o Perú para asentarse ya que se
encuentran más interesados en la moda. “En Buenos Aires hay poco interés en la moda, y más
por pertenecer. La gente va a los eventos sólo para sacarse la foto. La
asistencia es posible solamente por invitación y encima, hay personas
interesadas que no son invitadas”.
Al preguntarle sobre sus futuros proyectos,
Candela nos contó que aún no comenzó a trabajar, pero que la experiencia en
Nueva York fue muy enriquecedora y que la va ayudar en sus próximas decisiones.
“Me
gustaría que fuera en alguna agencia de prensa, organizando eventos. Es
bastante estresante pero a mí me gusta el estrés. Planeo insertarme en una
agencia que sea amplia, que tenga de todo, no solamente moda. Estoy evaluando
lo que quiero hacer. Esta complicado hacer prensa en estos días.”
Sobre esto último, Candela señaló el
desentendimiento que tienen las marcas sobre cómo funciona una agencia de
prensa. “Todos quieren todo sin gastar un peso: salir en las mejores revistas y
que la gente conozca su marca.”.
Además, agregó que los clientes son los que eligen
en qué medios quieren aparecer y en cuales no, al lado de qué marcas desea ser
expuesto. “Se trata de enviar todo el tiempo información a los periodistas,
llamarles la atención, tener algo que contar o algo interesante que mostrar
siempre, mas allá de la moda. Hay 5 o 6 agencias que manejan toda la
comunicación: MK, Surreal, Grupo Mass, Urban, Muchnik, Oui. Es un nicho acotado
pero surgen nuevas agencias.”, agregó.
Finalmente, nos reveló cuáles son las
cualidades necesarias para trabajar en una agencia de prensa: paciencia,
creatividad, excelente redacción, buena presencia, simpatía y buen trato,
cumplir con lo que se promete al periodista y respetarlos ya que ellos son la
fuente de trabajo y, por último, funcionar bien bajo estrés.
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